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Guía definitiva del curado de cannabis (con bonus profesional)





El curado es una etapa crucial y a menudo ignorada en el cultivo de cannabis. Marca la diferencia entre una flor de calidad medicinal con aroma potente y sabor puro, y un producto seco, áspero o plano. Pero cuidado: el curado no corrige errores del cultivo. Aquí tienes un protocolo claro y completo, ideal tanto para principiantes como para cultivadores expertos.



1. La calidad empieza en el cultivo

Si hubo errores en el riego, la nutrición o el clima — como excesos, carencias o temperaturas extremas — el producto final se verá afectado. El curado no lo ocultará.


En la última etapa de floración, reduce la temperatura a unos 20 °C, ya que los terpenos comienzan a evaporarse a 21–22 °C. Evita picos de calor.



2. Cosecha: en el momento justo, con delicadeza

Elimina solo las hojas grandes sin tricomas y deja que la planta muera de pie (“dry plant kill”). Esto favorece la degradación de azúcares.


Al cosechar, sé muy delicado. No sacudas ni presiones las flores. Manipula los cogollos solo desde las ramas.



3. Secado: lento, estable, en silencio

Cuelga las plantas en una sala oscura con:


  • 19 °C constantes

  • 55–60 % de humedad relativa

  • Sin ventilación directa, solo circulación suave



Tras 7–14 días, los tallos deben quebrarse al doblarse.



4. Manicurado: precisión, no brutalidad

Hazlo en seco. El manicurado en húmedo hace que la savia fluya y se adhiera, contaminando el sabor.


  • Sujeta por el tallo

  • No toques los tricomas

  • No hagas finger hash

  • Usa varias tijeras y límpialas con alcohol isopropílico




5. Almacenamiento y curado: fase enzimática

Tras el manicurado, guarda los cogollos en recipientes herméticos, lejos de:


  • Luz

  • Aire

  • Calor

  • Movimiento



Evita bolsas al vacío — aplastan los cogollos. Usa:


  • Frascos de vidrio

  • CVaults o frascos con válvula



Abre los frascos 5–10 min al día durante 15–20 días para liberar humedad y activar el proceso enzimático que elimina la clorofila.



6. El cannabis no es vino: el tiempo no siempre mejora

Curar durante meses no mejora la calidad. Análisis de laboratorio muestran que los terpenos bajan de 2–3 % a 1 % tras seis meses.

El THC se convierte en CBN, más sedante y menos psicoactivo, y se pierde complejidad de efectos.



7. Para autoconsumo: pequeños frascos, máxima frescura

Usa varios frascos pequeños en lugar de uno grande. Así minimizas la exposición al aire y proteges los tricomas.



Bonus: potencia tus flores con una capa de tricomas puros


Para mejorar aún más tu producto, puedes usar las hojas de manicurado para hacer una extracción limpia de tricomas, libre de material vegetal.

Una técnica como la extracción estática permite obtener una resina fina y pura.

Aplica aproximadamente una cucharada por cada 500 g de cogollos, distribuyéndola uniformemente. Esto eleva el contenido de THC hasta más del 35 %, y los terpenos pueden alcanzar entre 4 y 5 %.


Esto no es un moonrock. No se trata de disfrazar flores malas con concentrado barato y kief de baja calidad.

Aquí se trata de elevar una flor ya excelente al siguiente nivel.



Conclusión: curar es arte, técnica y respeto por la planta

Hazlo bien, con paciencia, y tu cosecha brillará en aroma, potencia y pureza.



 
 
 

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